miércoles, 5 de diciembre de 2007

Me pasó de verdad...

El terremoto había sacudido con tal intensidad, que todas las casas de mi calle habían quedado medio derruidas y las familias lloraban de desesperación al ver como sus sueños e ilusiones habían quedado reducidas a nada. La naturaleza había sacudido esta vez con mucha fuerza, posiblemente quejándose con razón de lo poco cuidada que la tenemos.
Recuerdo que el suelo empezó a temblar y los cristales se rompieron en mil pedazos, como cuando aquellos indeseables colocaron la bomba en el edificio donde vivía mi amigo Carlos, frente a la comisaría donde pocos días antes me había renovado el Pasaporte. El fin no justifica los medios, y menos en estos casos. ¿La ley del más fuerte? ¿La impotencia de los débiles? Heridas que nunca cicatrizarán…
Me había quedado dormido con la cara cubierta de lágrimas secas, cuando oí como mi madre hablaba con una señora que decía haber perdido a su hija pequeña. Era rubia y con los ojos azules, muy despiertos. Me daba mucha pena, era una familia muy sufrida que había llegado a nuestro país en cayuco, arriesgándolo todo y sobretodo sus vidas en busca de una vida digna.
Pasaron los días y nuestro gobierno, corrupto e intolerante, hacía bien poco por los más desfavorecidos y enriquecía más si cabe, a los más poderosos, cediendo terrenos destruidos en el terremoto para construir grandes edificios y campos de golf, ahora que llevaba más de 6 meses sin caer una gota. Corrupción y malversación de sentimientos.
Al poco, pudimos refugiarnos mi familia y yo en casa de una hermana de mi padre, donde tenían agua caliente y tele por cable. Yo nunca había visto la televisión. En ella se veían muchas cosas raras, raras, raras, y es que exista gente que venda su vida privada, que la presión de unos neumáticos descienda de manera sobrenatural, que presidente de gobierno no sepa lo que vale un café, que los Estatutos estén más de moda que los Beatles en los 60 o incluso que EEUU pueda llegar a cumplir el obsoleto protocolo de Kyoto, son considerados por mí, cuanto menos… “extraños sucesos”.
¿Por qué no te callas Rafa? Hay verdades que se escuchan, pero que no se oyen.

5 comentarios:

Luna dijo...

Lectoras nocturnas agradecen palabras limpias que refrescan los cayos de las letras enmascaradas.
Gracias!!!

Luna dijo...

Quiero leer más. ¿No tienes más publicaciones?

Rafa dijo...

gracias por tus palabras...
tengo otro blog
calzoncilloscity.blogspot.com
este me lo creé por lo del concurso.
en ese blog verás que también hay algo parecido, pero hecho con más rapidez.
el resto de pensamientos, algunos con cayos, son todo tuyos...
Un abrazo

guillembaches dijo...

Soy Guille acabo de participar en el concurso con este post

Aprovecho para invitarte a participar también en khaces. Puedes añadir comentarios si crees que me he dejado algo.

Iván dijo...

Me ha parecido una buena manera de hilar los acontecimientos del año 2007. Que parecidos son todos los acontecimientos. Desastres, desigualdades, mentiras... Todo es igual. Lo único que cambia es el entorno.
Tienes mi voto.
Un saludo!